Día 3: Milán

Desayunamos tranquilamente en la habitación como ayer, cerramos las maletas, dejamos la llave donde habíamos acordado, y salimos a Viale Vittorio Emanuele para coger el bus de la línea 1, que nos llevaría hasta la Estación de Trenes, la distancia andando eran poco más de 10 minutos, pero con las maletas se hace más complicado, además aprovechamos que teníamos el billete incluido todavía; poco más de las 9’30 estábamos cogiendo el bus.

Una vez en la estación, fuimos a las máquinas a comprar los billetes (4’80 € cada uno) y luego ya a los andenes a buscar el nuestro, aunque lo que es buscar poco, porque era el primero nada más salir, puntual a las 10’23 salió con destino Milano Porta Garibaldi, pues nos pillaba más cerca de nuestro hotel que la Estación Central; el trayecto fue de 1 hora.

La visita a Milán era por ir a un concierto de Bruce Springsteen, la ciudad ya la habíamos visto hace años, y tampoco es que nos gusté mucho.

Una vez en Garibaldi, lo primero que hicimos fue comprar el billete de transporte, elegimos uno de 24 horas que valía 4’50 €, se amortiza enseguida (el billete sencillo era 1’50 €).

Para llegar a nuestro hotel, teníamos que coger el metro de la línea 5 hasta Cenisio (2 paradas), justo al salir se ve enseguida el B&B Hotel Milano Cenisio Garibaldi que forma parte de un edifico de oficinas, esta zona para visitar Milán esta algo alejada del centro, pero para ir a San Siro que era por lo que lo elegimos bastante bien. El Wifi a 100 Megas, una caña.

Tras hacer el check-in y dejar las maletas, pusimos rumbo al centro, para ello cogimos el tranvía, la parada está muy cerca del hotel, y sirven las líneas 12 o 14, el trayecto se hace un poco largo, 25 minutos, pero por lo menos vas directo sin tener que hacer trasbordos.

Llegamos a la zona del Duomo, el calor era horroroso y estaba lleno de gente, así que fuimos directos a buscar una pizzería que habíamos visto por internet, y que estába muy cerca; al pasar por una calle de estas que hay gente buscando llevarte a su restaurante, sufrimos un acoso, nunca visto; menos mal que apareció otro del mismo restaurante y se pusieron a discutir olvidándose de nosotros, se ve que uno de los dos había interferido en la zona del otro.

Habíamos elegido para comer Pizzeria Spontini, el lugar no tiene ni siquiera taburetes, así que de allí sales bien pronto; en la ciudad hay varias de esta misma cadena y en otras sí que hay mesas para sentarse. Aquí las pizzas son diferentes porque son muy esponjosas, la verdad es que estaban bien buenas; las pizzas y las cervezas 12 €; indicar que sólo hay tres tipos de pizza, mediterránea, margherita y proscuito.


Luego nos hicimos la foto con el DUOMO, un heladito (2’50 €) y regreso al hotel en tranvía también; a esas horas el calor era abrasador.

IMPRESIONANTE DUOMO


Al llegar al hotel dormimos una siesta, y tras despertarnos, a las 17’30 ya estábamos cogiendo el metro (desde Cenisio a San Siro son 8 paradas). Así que a las 18 ya estábamos en San Siro, nada más salir del metro por los alrededores del estadio estaba lleno de puestos, de comida, de bebida y de camisetas del concierto; hacía mucho calor, así que como no nos apetecía tomarnos nada, fuimos buscando nuestra puerta y subimos tranquilamente hasta nuestra localidad; entradas, que por cierto, compramos en febrero y el día que salieron a la venta duraron 10 minutos, pero no es una exageración, 10 minutos de reloj.


La hora fijada para el concierto de la gira de la gira THE RIVER TOUR de BRUCE SPRINGSTEEN, era a las 20 y no veas la calina que caía a esas horas, nuestras localidades estaban ladeadas pero bien, además en el pasillo, ideal para salir cuando quieres sin molestar a los vecinos, sólo comenzó con 15 minutos de retraso. Para los fans de Bruce como Alfredo, un concierto impresionante, a mí no me gusta tanto como a él, pero también me gusta, aunque para mí con menos calor seguro hubiera estado mejor.

Hay que descubrirse ante Bruce porque el tío es capaz de hacer más de 3 horas de concierto, y además entre canción y canción apenas hay espera, en realidad las va enlazando; es de admirar. Nos gustó mucho cuando hacia el final abrieron las luces y así veías como se lo estaba pasando la gente. La duración del concierto exacta fueron 3’40 horas.


Antes del inicio del concierto hubo tifo



Estos pequeños vídeos son de nuestros móviles, así que ni el sonido ni la calidad son buenos, pero son nuestros recuerdos.






Pero si alguien quiere ver algo más, aquí hay un vídeo que encontramos por internet, con el concierto entero, sí, sí, las 3'40 horas.


Tras acabar el concierto salimos en un momento del estadio, la salida por las rampas es muy rápida. Fuimos al metro, temiendo el agobio que podía ser, pero para nada, lo tienen muy bien organizado.

El primer torno de acceso, todavía sin billete, es solo para contar personas, y cuando llega a algo más de 450 se bloquea, en nuestro caso yo pase y Alfredo se quedó fuera, pero simplemente me esperé a que abrieran de nuevo y ya está, luego ya pasas los billetes por la máquina y accedes tranquilamente al metro y sin agobios, una vez dentro tampoco iba excesivamente lleno. El metro una organización de 10.

Antes de la 1 ya estábamos en el hotel, vamos, que en menos de una hora desde que se acabó el concierto llegamos al hotel.

Rapiditos a dormir, que mañana comenzaba nuestra ruta por Alemania.

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